 
Brasil, Inglaterra, España, Alemania, Portugal, Bélgica, Países Bajos… son algunas de las muchas selecciones que estaban llamadas a estar en esta última semana del Mundial de Qatar 2022, algunos de los combinados favoritos y que no han cumplido con los pronósticos, todo lo contrario a Marruecos y Croacia, dos selecciones que llegaban con poco cartel y que ni siquiera partían como favoritas en un grupo en el que estaban con Bélgica al inicio del torneo.
El camino de Marruecos en este Mundial se puede dibujar como un cuento con final feliz ocurra lo que ocurra, ya que han hecho historia convirtiéndose en la primera selección africana de la historia en alcanzar las semifinales de la Copa del Mundo. Los de Walid Regragui han dejado en el camino ni más ni menos que a Portugal, España y a Bélgica en los grupos, con un dato tremendo, ya que no encajaron ningún gol ante combinados tan potentes y en el global del torneo solo han recibido una diana en cinco encuentros.
Él éxito del combinado marroquí es simple, tienen un plan y lo ejecutan a la perfección. Sin alardes y sin un fútbol vistoso, basan su potencial en la solidez defensiva, en mantener la intensidad desde el primer al último minuto, en un centro del campo muy agresivo liderado por Sofyan Amrabat y en un inconmensurable Yassine Bono, cancerbero del Sevilla que se ha convertido en un muro para los rivales. La calidad y experiencia la ponen de Achraf Hakimi o Hakim Ziyech, futbolistas de Paris Saint-Germain y Chelsea, además de Azzedine Ounahi, una de las revelaciones del campeonato. Ahora, el combinado de Regragui afronta un Everest, derrotar a la vigente campeona, la Francia de los Griezmann, Mbappé, Giroud o Dembélé.
Es curioso que Croacia, otro de los invitados inesperados en esta fiesta de las semifinales, compartió grupo con los marroquíes y que ambos empataron a cero, en un choque que ya dejó claro que estábamos ante dos bloques extremadamente competitivos y sin fisuras. La selección europea pasó un exigente grupo y posteriormente eliminó a Japón, combinado que fue capaz de imponerse a Alemania y a España y al que derrotó tras comenzar perdiendo y en la tanda de penaltis.
La gran campanada croata llegó en cuartos de final, cuando nadie daba un duro por ellos y eliminaron a Brasil, gran favorita para muchos de los expertos y selección que contaba con un ataque temible. Los croatas volvieron a dar una lección de competitividad y levantaron un gol adverso en la prórroga antes de volver a salir triunfadores de otra tanda de penaltis. Sin ir más lejos, en el Mundial de 2018 vencieron en la fase de grupos a Argentina 0-3, dato que resta algo de favoritismo a una Argentina que a priori tiene más argumentos para alcanzar la final.
Si algo destaca de la selección de Zlatko Dalic es su tremenda competitividad, que ya los llevó a la final en 2018.El arquero Dominik Livakovic ha sostenido por muchos momentos a un equipo que lidera Luka Modric con hombres de su confianza como Mateo Kovacic o Ivan Perisic, con el central Josko Gvardiol como gran sostén de la parcela defensiva.
Estamos ante dos selecciones que a nivel de calidad quizá estén a años luz de sus rivales Francia y Argentina, pero que a nivel competitivo están por encima de la media y que no han titubeado ni en octavos de final ni en cuartos de final pese a enfrentarse a combinados con mayores argumentos y con mucha experiencia en este tipo de escenarios. Todo puede pasar en este Mundial de Qatar 2022 y no es nada descabellado ver a marroquíes o croatas en la gran final.